El poder de las Acciones. La Ley de los Efectos Retornantes

¡Hola queridos Héroes! Hoy vuelvo con un post de Habilidades Especiales; con una Habilidad Especial sumamente importante y es la capacidad para entender El Poder de las Acciones. Muchas de las personas que tenemos afinada esta habilidad lo hemos aprendido a la fuerza; pocos reciben la una enseñanza directa o una pequeña advertencia del impacto de las acciones en la vida. ¿Por qué digo advertencia? Bueno. Acá va la advertencia:

ADVERTENCIA:

TODAS LAS ACCIONES QUE EJECUTAS EN ESTA VIDA RETORNAN HACIA TI.

Sí, lo que dicen las abuelas y tus padres ¡Es cierto!: Todo en esta vida se devuelve. Pero es acá donde necesito que tu sensibilidad hacia la vida y las personas sea totalmente afinada y entiendas lo siguiente: no quiere decir que exista un juez externo o sobrenatural que decida cómo devolverte los favores o castigar aquellas acciones poco adecuadas; en realidad que las cosas se devuelvan dependen única y exclusivamente del efecto que tienen tus acciones en tu entorno. ¡Piénsalo bien! Si haces todo al revés, por el “lado chueco” como decimos en mi país, por debajo de cuerda, etc., creas efectos en el ambiente que empiezan a construir una realidad de ese estilo. Un ejemplo: si le hablas a las personas sin preocuparte por las sensaciones que provocarás en ellas, pronto empezarás a recibir un trato similar o peor; si le dices a los demás mentiras todo el tiempo, la gente empezará a tener la sensación (consciente o inconscientemente) de que no eres confiable, ya sea por tu lenguaje no verbal, ya sea porque se dan cuenta de que eres una persona mentirosa, etc. ¡La gente percibe tus acciones así tú o ellos no lo quieran o no lo decidan! Claro, tú HE y/o HDLS, extremadamente sensible hacia la vida y las personas, percibirás esas cosas por decisión tuya (luego dedicaré un post exclusivamente a la Sensibilidad). Así que ¡Ten cuidado con tus acciones y no olvides que DESEAR también es una acción, así que también ten cuidado con lo que deseas!

Seguramente para esta altura del post estarás pensando “¡Cómo es que eres tan terrorista Dr. Phyloel!, deja de asustarnos y de augurarnos todas estas re-acciones” Bueno, ¿qué puedo decir? Es parte de mi trabajo. Como eres sensible hacia la vida y las personas, y este es un post sobre la vida, es posible que ya te hayas dado cuenta… ¡EXACTO, ESTO TAMBIÉN FUNCIONA CUANDO ACTÚAS ADECUADAMENTE! Omar Villalobos dice: ¡Actuar Inteligentemente! En lugar de actuar “bien” o “adecuadamente”. Y, ponte a pensar ¿Acaso no es inteligente, conociendo esta infalible ley de “acción - reacción”, actuar de manera que los efectos sean positivos para los demás? ¡Yo creo que sí! Así que, cada vez que te digan que eres bueno, o que actúas adecuadamente te estarán diciendo, por definición, que eres inteligente, que eres sabio, porque sabes que el curso que lleven los efectos de tus acciones estará dirigido siempre en retorno hacia ti.

Bien, ahora ya conoces esta ley a la que Omar Villalobos llama Ley del Karma y a la que a mi me gusta llamar la Ley de los Efectos Retornantes (ya que considero que la vida es una cadena interminable de efectos). El sieguiente paso es: enfócate en las acciones. He diseñado un ejercicio para que, cada vez que no estés seguro si estás actuando inteligentemente, puedas tomar decisiones acerca de tu curso de acción:

Manejando la Ley de los Efectos Retornantes

Te invito a que leas esto con detenimiento, pues es algo enredado a pesar de la simplicidad de lo mismo en la vida cotidiana. Seré lo más explícito posible:

1. Haz un diagnóstico de la situación. Toda situación está compuesta de acciones y reacciones precedentes de distintos actores. Por más parecidas que sean dos situaciones en tu vida, ten la seguridad de que siempre habrá algo que las distingue categóricamente. Muchas veces pensamos que enfrentarnos a algo que ya habíamos vivido antes nos garantizará éxito en ello. ¡Claro, las posibilidades aumentan! Pero todas las situaciones son distintas, es por ello que tienes que fijarte en la cadena de efectos de cada situación. La siguiente historia personal de mi época de estudiante, te dará un ejemplo de cómo hacer un diagnóstico de la situación (escribo una situación cotidiana para que entiendas que son las pequeñas acciones las que generan grandes efectos):

Introducción: Era un martes como todos mis martes en esa época, estuve en mi sitio de trabajo todo el día. Usualmente tenía clase de ética todos los martes a las seis de la tarde después del trabajo y, por algunas razones, no tuve esa clase ese día y salí directamente del trabajo a mi casa. Como también era usual, todos lo martes, mi novia, me esperaba hasta las ocho de la noche para devolvernos juntos a casa, pues vivimos muy cerca. Los planes cambiaron por ser un “martes diferente” y entonces acordamos que cuando ella saliera de su clase me llamaría y yo la recogería en la estación del bus.
Nudo: habíamos acordado encontrarnos ahí a las 8:40 de la noche; debido a que me distraje un poco con la televisión, llegué a la cita acordada cinco minutos tarde. Apenas se subió al automóvil, ella tenía una firma emocional poco amigable. Como es obvio, le pregunté qué le pasaba y me contestó dándome a entender que estaba molesta porque me había demorado y ella llevaba cinco minutos esperándome ahí, sola y asustada. Estaba molesta. Luego de eso, la dejé en su casa y cuando se bajó se despidió con un frío beso en la mejilla y un “gracias” entre dientes. En el momento en que ella entró a la casa, yo me quedé en el carro, también molesto. Al rato la llamé.
Desenlace: al contestar, su voz aún se oía hostil, o mejor, con incómoda indiferencia. Mi gesto seguía triste y molesto (esa era mi firma emocional en ese momento), y aunque sólo la llamé para despedirme y desearle buenas noches, terminamos hablando de la situación. Cruzamos algunas palabras, quejas y explicaciones, dentro de las cuales estaba incluida que mi retraso había sido el remate de un día poco agradable para ella. Me ofreció disculpas, igual yo y, al final, todo se aclaró.

Sin embargo, yo me seguía preguntando por el absurdo de los cinco minutos, pero algo me decía que existía alguna razón para que la respuesta mi novia haya sido esa, es decir: había tenido un día poco agradable.

“¿Cómo así Dr. Phyloel, pero cómo hiciste el diagnóstico? Pues bien: Las acciones individuales no son sólo individuales, sino que están inmersas en situaciones específicas, compuestas tanto por la historia de sus actores como por la historia de la situación misma. Si tenemos en cuenta la historia de la situación, hacemos referencia a que el día no había sido bueno para ella y que mi retraso lo hizo menos agradable. Ahora bien, como historias de los agentes, debemos situarnos en cada uno de nosotros: mi novia es una persona sensible y cuando las cosas le afectan su ánimo baja considerablemente y estallan algunas reacciones como la de hoy con respecto a mi retraso de cinco minutos. Por otro lado, me encuentro yo, que en ésta ocasión no tenía conocimiento del estado de ánimo de mi novia y me sorprendí por lo que, en su momento, me pareció una reacción absurda. Un tercer elemento importante, es el elemento de la tradición, un conjunto de prácticas, creencias y costumbres, características de una época, lugar o sociedad específica. En el caso de la situación por la que atravesamos mi novia y yo, la tradición se vio expresada en la creencia, para nada descabellada, que esperar cinco minutos debajo de un puente peatonal a pocos minutos de las nueve de la noche no es algo seguro, lo que puede causar miedo y, en algunas situaciones como la de hoy, rabia.

2. Prediciendo los efectos. Una vez has hecho un diagnóstico de la situación, haciendo énfasis en las historias, modos de ser, creencias y firmas emocionales de las personas involucradas, podrás intuir cuáles son los posibles efectos que pueden tener tus acciones. Si yo hubiese sido más inteligente en la situación anterior, hubiese intuido que lo más sensato habría sido estar ahí antes de que mi novia llegara para que la Ley de los Efectos Retornantes me trajera acciones un poco menos desagradables que dicho disgusto que distrosionó lo que pudo ser un bello beso de las buenas noches.

3. Decidiendo qué hacer. ¡Ya está! Una vez intuyes qué efectos podrá tener tu acción podrás predecir qué Efectos Retornantes recibirás. Así que, afina tu sensibilidad y tu sentido común y verás cómo recibirás más y más gratificaciones y Efectos Retornantes para tu vida.

¡Este ha sido un gran post, algo largo pero muy importante! Concéntrate en entender esta Ley y dominarla para hacer de tu vida y de tu realidad al mejor y más positivo. ¡Todo lo que te ha pasado hasta ahora tu lo atrajiste!

Dr. Phy ¡En Busca del Héroe Interior!
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